Desde el instante en que El Trovador de Sueños pisó tierra Paisa por primera vez, se estableció un conjuro de amistad, un pacto silente de complicidad y reciprocidad… un hechizo de amor a primera vista, que se mantiene vivo y sigue creciendo a pesar de la distancia. Por eso cada nuevo encuentro es el alimento que nutre este sentimiento.

En su visita el 22 de abril, Alberto Plaza estuvo menos de 18 horas en Medellín. A pesar del escaso tiempo y del cansancio acumulado después de sus presentaciones en varias ciudades de Colombia, Alberto mostró toda su generosidad. Muy entusiasmado se dirigió a un encuentro con los niños del Proyecto SUEÑOS (proyecto que desarrolla sede Medellín con 20 niños de escasos recursos del barrio Moravia). Durante 30 minutos los pequeños lo llevaron a recorrer una galería con los trabajos que han realizado en algo más de dos años de actividades orientadas al fomento de valores de convivencia. Este tiempo sirvió para ratificar todo el compromiso que tiene el cantautor con nuestro propósito de Cambiar el Mundo.