“Medellín te espera con los pétalos abiertos… tu presencia dará más color a nuestro jardín””

Los días 17 y 20 de diciembre de 2006 VOY A CAMBIAR EL MUNDO sede Medellín, realizó actividades navideñas en los barrios 12 de Octubre y Moravia, respectivamente. Esta vez la cita fue con niños entre los 8 y los 13 años de edad.

El evento en el 12 de Octubre se hizo en unión con la comparsa LUNA SOL y con la corporación HOLA COMPAÑÍA, ambas organizaciones del barrio, que impulsan programas infantiles y juveniles en el sector. La tarde para los cerca de 40 niños que se hicieron presentes estuvo llena de colorido, música, diversión, integración, alegría y regalos.

Por su parte, en Moravia, nos reencontramos con el grupo de niños con quienes habíamos realizado el Proyecto Sueños hasta enero de 2006. Nuestro retorno a este sitio y compartir de nuevo con nuestros antiguos amigos, aquellos pequeños traviesos, nos hizo saber que nuestra labor realizada con ellos durante tres años no fue en vano, que el trabajo formativo orientado al fomento de valores de convivencia a través de actividades artísticas, recreativas y deportivas, había dado sus frutos; percibimos unos chicos más maduros, pacientes, serenos, dinámicos, conciliadores y con capacidades de liderazgo que nos apoyaron en las actividades que teníamos preparadas con otros chicos del barrio.

En esta oportunidad, la tarde se vistió de recreación, dulces y regalos para hacer sonreír a más de 70 niños.

A manera de reflexión:

Quizá sea plausible toda acción que se realice en pro de la niñez, pero tenemos los ojos bien abiertos y la mente clara para afirmar que las acciones aisladas sin un proyecto de intervención bien fundamentado, permanente, definido y estructurado pedagógicamente, no tendrá la repercusión que buscamos; seguirán siendo monedas arrojadas en saco roto.

Sabemos también que en el Club, existe la energía y el ingenio suficientes para elaborar (en el caso de nuestra sede) reconstruir un proyecto con programas concretos y fructíferos que no perezca al cabo de dos o tres años de intervención y que supere al simple existencialismo, es decir, que vaya más allá de calmar el hambre por un rato, de hacer reír otro tanto, o de dar regalos a los niños que beneficiamos; la solución no es “dar”, la solución es “educar”.

Y para consolidar un proyecto educativo se requiere de una organización más firme en su fundamentación conceptual y en el aspecto económico.

Finalmente, un agradecimiento sincero a los integrantes de la comparsa Luna Sol y de la corporación Hola Compañía, por su energía, su liderazgo y sus buenos propósitos trasformados en acciones: también, por supuesto, a los integrantes del “Voy a Cambiar el Mundo” por su esfuerzo y dedicación y a todos los amigos que se vincularon con nuestra causa y con la sonrisa de los niños… Nuestro primer encuentro podría ser el inicio de una alianza estratégica para ayudar a cambiar el mundo.

Ángela I. Toro López

Presidenta sede Medellín VOY A CAMBIAR EL MUNDO.