“Celebramos a la Madre Tierra que nos devolvió a los 33 mineros en Chile”. Así comenzó el viernes el show que Alberto Plaza dedicó al rescate de sus compatriotas, a las madres y a sus 25 años con la música.
El chileno volvió a jugar de local en la Vieja Usina, ante unas 1.400 personas. De camisa informal y buen humor, desplegó baladas románticas frente a un público de mayoría femenina. Cuando él dijo “ahora voy a cantar Venirte conmigo”, entre las butacas se escuchó un “¡Bueno!”. A las mamás dedicó la versión de amor edípico Es la mujer de mi vida, y con Coki Ramírez cantó a dúo No seas cruel, Tú me gustas y Beso a beso.
De esta manera, la cordobesa se despidió como corista de Plaza para seguir camino propio. Para el cierre quedaron los hits Ahora, Vuela una lágrima (que escribió a Los Nocheros) y Pa’lante, con murga incluida.