En los últimos meses, su vida la alterna entre la música y la fundación Voy a cambiar el mundo, con la que quiere combatir el maltrato infantil en América Latina
Miguel Ángel Souza
EL DEBER.como.bo
Sencillo. Plaza ha grabado 12 discos en más de 20 años de carrera. Hoy canta en La Paz y mañana en Cochabamba
Miguel Ángel Souza
De Alberto Plaza, el músico, se han escrito miles de y miles de páginas. Con más de 20 años dedicado a cantarle a la vida, es inevitable no abordar su carrera artística. Sin embargo, de su rol como activista en favor de los niños recién se está comenzando a escribir y él cree que es en este ámbito donde dejará una huella muy grande, mucho más de la que ya ha dejado en los escenarios.
Este hombre nacido en Chile ha formado la fundación Voy a cambiar el mundo, que lleva el título de una de las innumerables canciones que lo ha hecho conocer como el ‘trovador de sueños’ gracias a temas como Yo te seguiré, Polvo de estrellas, Ahora es Miguel, Milagro de abril y Así fue, entre otras.
– ¿Cuándo decidió que era tiempo de ponerse a luchar por los niños?
Me di cuenta de que había que cambiar este mundo cuando nació mi primer hijo, José Domingo (6 años). Al tenerlo en los brazos, supe que hay muchas cosas imperfectas que necesitan cambiarse de una vez, porque la esperanza está en los niños.
-Sin embargo, la situación en América Latina es muy grave en este aspecto
Es horrible. El 75% de los niños sufre algún tipo de maltrato, que va desde una palabra, un golpe o hasta casos extremos como abuso sexual o trabajo infantil. Son cifras alarmantes y esa realidad es la que debemos cambiar: la desatención de este tema
– A mucha gente parece no importarle o lo ven como algo normal…
Es que en nuestro continente esto es una cosa cultural. En nuestros pueblos es muy normal que los niños ayuden a sus padres en el trabajo. Muchos de ellos son un verdadero complemento a la economía familiar, pero nosotros creemos, apoyados en investigaciones serias, que el trabajo infantil no contribuye en nada a mejorar la calidad de vida de los países.
– ¿Dónde deberían estar los niños?
Ellos tienen que ir a la escuela, educarse y jugar. Tienen que estar en ese ámbito. No pueden estar trabajando. Eso corresponde a los adultos. Hay que lograr todo un cambio cultural. Hay que desandar el camino y hacer entender a la gente que los niños no tienen por qué estar en la calle vendiendo dulces ni en el campo trabajando, ni siquiera por ayudar a su familia.
-En Bolivia la situación es muy similar
La realidad de acá todavía no la conozco. Precisamente en esta visita vamos a tomar contacto con Alex Talavera, que trabaja con niños en Cochabamba. Con él vamos a iniciar el trabajo de nuestra fundación en Bolivia. La idea es comenzar con mucha fuerza.
– ¿Es posible lograr un cambio verdadero en el continente?
Es difícil, pero ya estamos haciendo varias cosas. Hace unas semanas tuvimos nuestro primer congreso en Colombia con la presencia de seis países. Poco a poco estamos trabajando para cambiar la conciencia de las personas.